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sábado, 26 de febrero de 2011

Plan Colombia y la información.



El servicio de información SIM más deficiente en el país lo tienen el ejército y la policía a cuenta de la desinformación en que los mantiene Plan Colombia. Diariamente las noticias dan cuenta de falsos positivos y de errores tácticos en combates que incluyen enfrentamientos incluso entre organismos de la misma fuerza pública, Dijin vs. Sijin, Policía frente a una unidad de la marina, antinarcóticos frente alguna unidad de la fiscalía, etc. Diariamente la población se encuentra inmersa en los combates entre la fuerza pública y los grupos al margen de la ley. Todos los días ingresan a Bogotá no menos de 200 familias desplazadas de todo el territorio nacional (Ver cifras de los últimos años en la página de Codhes). Es frecuente la repetición de operativos sobre las mismas poblaciones (beneficio: pagan por cabeza). las estadísticas de víctimas dan cuenta de operativos en poblaciones donde no se necesitaban y necesidad de seguridad en territorios y departamentos prácticamente abandonados por las autoridades.
El aparato estatal no aparece en donde se necesita. Paralelo a la información está el desbarajuste presupuestal del plan. Uno supondría que cualquier tipo de intervención en un territorio sumaría a la acción policial otro tipo de acompañamientos a la población. En este sentido, se hacen los operativos para capturar a personas ligadas a negocios de narcotráfico, estructuran toda una red de colaboradores entre la población civil que luego es abandonada a su suerte sin recibir apoyo policial cuando regresan los grupos armados para la retaliación, mientras que niños y jóvenes son reclutados por grupos paramilitares y los medios de comunicación generan un clima de terror en las comunidades a través de la estigmatización, la burla y la caricaturización de las poblaciones afectadas y sus situaciones, cuando no los ponen en peligro a través de la injuria y la calumnia que se cierne sobre sus líderes.  
No se niega el grave problema de seguridad de los comunicadores y realizadores de los diferentes formatos pero uno no entiende cómo hacen eco de propuestas que a todas luces nos afectan a todos sin que medie la racionalidad y el sentido crítico. En qué momento los organismos de seguridad del estado se convierten en parte del show biz, y el espectáculo. La farandulización del conflicto interno le está haciendo mucho daño a Colombia porque desinforma, confunde y obstaculiza las operaciones. Y por otra parte, qué hace la fuerza pública atendiendo a la información emitida en realities y novelas? No es posible que la seguridad de los ciudadanos esté en manos de la exhuberante creatividad de los libretistas de los canales. Por qué no hemos entendido que sus producciones son ficción y que ya es suficiente con la pretensión de algunas corporaciones de manejar el conflicto a control remoto desde el exterior, desconociendo la realidad de la población, como para tomar además la comunicación mediada y remendada como fuente legítima de información estatal.
Y quizás no es que el Plan no reciba información suficiente, sino que sus funcionarios al parecer carecen de formación suficiente para seleccionar la información pertinente. Es así como, amplias zonas quedan devastadas por el conflicto interno y los campesinos no reciben estímulos para, por ejemplo, adelantar un proceso de transición en el cambio de cultivos, las víctimas no están recibiendo servicios de salud oportunos ó como mínimo apoyo alimentario. Para colmo padecemos de un raquítico aparato judicial. El gasto en atender casos de personas que a la final resultan siendo inocentes es mayor frente al beneficio que las gentes perciben en su seguridad.
Es un sistema que genera desconfianza general, que no garantiza los derechos fundamentales de los ciudadanos, que atenta en contra del patrimonio de la nación (con el dinero destinado a defensa se atienden más familias con necesidades de nutrición), ni que decir del desfalco a las arcas de países extranjeros que apropian unos recursos de sus impuestos para destinarlo a lucha en contra de los carteles, estimula el reclutamiento y la conformación de grupos paramilitares y va en detrimento del estado de derecho, no fortalece la democracia ni la gobernabilidad.
Los funcionarios del Plan están entre los más desinformados del planeta, solo actúan en su propio beneficio dados los jugosos estímulos por capturar delincuentes, incluso llegan a inventarlos si por alguna razón los organismos de inteligencia no aportan unos cuantos. Es de conocimiento de la ciudadanía, del mismo modo, la desaparición de recursos y de predios incautados que nunca ingresan a la nación, o de terrenos que permanecen baldíos por años sin que se tome una determinación de subastarlos o destinarlos a planes de reforma agraria, por ejemplo, entre otras irregularidades. Es una organización permanentemente filtrada tanto por organizaciones al margen de la ley como por sus propios funcionarios. El tema de las chuzadas del Das da cuenta del problema.
Y la situación se agrava cuando toman la decisión de intervenir áreas urbanas, ejemplo, las investigaciones al Polo Democrático. Ellos suponen que como grupo y como geografía (localidades) se trata de un grupo homogéneo. Los organismos de seguridad no atinan a diferenciar entre un individuo al margen de la ley y el estatus que recibe un reinsertado. Los ven amarillos a todos, no importa si son miembros de un sindicato, si forman parte de una ONG, si se trata de madres comunitarias, si pertenecieron a la UP, a la ANAPO o al M-19. Si son conglomerados en torno a la figura de algún político de origen conservador, o si es alguna congregación religiosa, pertenecen a algún cabildo, forman parte de grupos afrocolombianos o si se trata de algún grupo de rock, dado caso bien pueden ser parte de las milicias urbanas, desde su perspectiva, o ser organizadores de motines en las universidades públicas.
Mucha gente está siendo perseguida por sospecha e infortunadamente los medios solo reseñan los casos de la gente con mayor figuración. Nuevamente el raiting se impone sobre las necesidades de la población. Obvio que no se trata de todos los funcionarios públicos, sería deshonesto decirlo, pero los pocos incursos en delitos en contra de la nación dejan muy mal parada a la institucionalidad. No tienen los operadores del servicio formación suficiente como para establecer las medidas y los protocolos convenientes según cada caso. Olvidan, por ejemplo, que en el caso del M-19 se firmó un tratado de paz, que llevó a una constituyente, a un cambio en la constitución política de 1886 y que se acordaron unas garantías para sus familias y una amnistía por 20 años, que se cumplen este año, para dar cuenta de la situación de las víctimas de dicho suceso. De hecho, es tal el desconocimiento del público objetivo que con frecuencia se saltan olímpicamente todo el capítulo 2 de la constitución sobre derechos y deberes civiles, lo hacen en los conciertos, en los estadios, en las caminatas (la constitución garantiza el derecho a la protesta), y toda afirmación de corte social hecha por cualquier ciudadano les parece sospechosa y de izquierda.
Desconocen temas como el de desarrollo sostenible y superación de la pobreza en países del tercer mundo. Aducen que los grupos del narcotráfico son multinacionales que actúan más allá del territorio nacional, lo cual es cierto, para torturar y desaparecer ciudadanos y atentar en contra de todos los derechos fundamentales. El hecho es que aún cuando la guerra de las mafias sea injusta y rompa con todos los códigos de ética, el estado no puede equipararse a los grupos al margen de la ley porque pierden credibilidad y respeto por parte del ciudadano de a pie, que trabaja, estudia, paga impuestos, cumple con sus responsabilidades frente a la sociedad y que espera de sus instituciones un trato justo. No sobra insistir en que la constitución me garantiza el derecho a la objeción en conciencia y que mi filiación política es al partido verde (no les pido que voten).
El problema para la segmentación de la población del ¨Polo¨ , por llamarla de alguna manera, aunque se trata de una población ampliada, está en la extensión y en la diversidad del grupo poblacional. Pienso que el Plan podría acceder  a estudios etnográficas que delinearán de una manera más precisa los diferentes agentes y actores que actúan sobre un territorio específico. Inicialmente, sería necesario distribuir el territorio nacional por zonas, la Costa Atlántica, la Costa Pacífica y los Llanos Orientales. El eje cafetero, Tolima, Huila y Putumayo. Los Santanderes, Arauca, Meta, Boyacá y Cundinamarca. Boyacá y Antioquía. Boyacá y la Costa Atlántica (a que no conocen costeños boyacos ...). Para mí, la distribución de los territorios a ser intervenidos deberían estar sujetos al desplazamiento de las poblaciones en el tiempo. Es así como en los años 80´s llegaron una gran cantidad de costeños al Pacífico colombiano atraídos por la Flota Mercante Grancolombiana. El cambio poblacional en el Valle es tal que incluso hoy por hoy sus habitantes ya no escuchan salsa sino vallenato.
En una ciudad como Bogotá, es claro el ascenso social de ciertos grupos poblacionales. Un ejemplo, sería muy complejo establecer la segmentación para todo el país en unas cuantas páginas, las familias de Corabastos en los 70´s y 80´s obtuvieron mayores ingresos fruto de sus operaciones, sus hijos fueron a la universidad y ahora forman parte de grandes empresas e incluso multinacionales. Se percibe incluso un cambio racial en la composición de las juntas directivas y grupos de inversionistas de las empresas. Los organismos de seguridad no pueden valorar la idoneidad de un ciudadano por su condición racial, no es justo y no es objetivo pues no corresponde a estudios que se elaboren sobre el comportamiento social, ni puede darse el lujo de seguir trabajando sobre algoritmos basados en prejuicios o incluso en la tradición. Tendrán claro todo esto los funcionarios del Plan?


Codhes - consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento.
http://www.codhes.org/index.php?option=com_docman&task=doc_details&gid=53&Itemid=51&date=2011-03-01

Equipo Nizkor sobre Plan Colombia.
Gabriel Silva dijo que recorte al Plan Colombia no afecta colaboración.
http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1425952

Página Oficial del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
El Espectador  -  Petro señala que 'chuzadas' del DAS son orden de Uribe.
Dh Colombia.
Revista Semana. Pruebas reinas en 'chuzadas' del DAS encienden debate.